Los ojos son
el espejo del alma, eso ya todos lo sabemos, pero ¿son los ojos el único medio
para conocer el alma? La respuesta es no. Nuestro cuerpo es la representación
física del alma, y los movimientos realizados a través de la danza representan
su voz, aquella que no está dispuesta a permanecer en silencio por mucho
tiempo.
A través de
la danza se expresan sentimientos, creencias y valores, se valora la
naturaleza, se reivindica la cultura, se recuerda el pasado, se vive el
presente, se sueña con el futuro. La danza es fuerza vital que se complementa
con los movimientos corporales y con la voz del espíritu.
La danza es
creación del alma, es una vía de escape a lo cotidiano, es interpretación y
visión, expresión libre y fluida, es pasión y entrega, es libertad de
pensamiento, libertad de expresión, es armonía, balance entre mente, cuerpo y
espíritu, es paz y guerra, luz y oscuridad, alegría y tristeza, unidad y
colectivo, eres tú, soy yo, lo es todo.
No existe
ningún ser humano que no se deje llevar por algún tipo de música, huayno,
cumbia, boleros y valses, baladas, hip hop, pop, en fin. La música es inherente
a nosotros, nos acompaña desde que nos estamos formando en el vientre de
nuestra madre hasta el día que nos situemos a las orillas del río Aqueronte,
por lo tanto la danza -queramos o no- siempre estará presente en nuestro
recorrido por la vida
La danza no
es un deporte, es arte. No es árbol, es río. No es briza, es huracán. Eres tú,
soy yo… Lo es todo.